LAS REVOLUCIONES TRAICIONADAS DE CENTROAMÉRICA - ¡PERO LA LUCHA SIGUE!
- Gonzalo Santos
- 29 ene
- 3 Min. de lectura
NYT: Salvadoran political journalist Oscar Martinez wrote after Mr. Funes’ death, “and when I explored the question of what happened to the great political promise of the postwar period, the answer was as disappointing as the plunder: he was blinded by luxury, vice and waste.”
Same, and much worse, can be said of Daniel Ortega in Nicaragua, now a bad copy of Anastasio Somoza. Two promising Central American social revolutions in the late Cold War Era savagely attacked by the U.S. Reagan administration, causing much bloodshed and destruction - and massive outflows of refugees -, only to be betrayed by the left insurrectionists once in power - the Sandinistas in Nicaragua, the FMLN in El Salvador.
Today, the Nayib Bukele ruthless right-wing dictatorship in El Salvador, and the Ortega ruthless left-wing dictatorship in Nicaragua, are grotesque mirror images of each other, and constitute a major historical failure inflicted upon these two Central American promising liberation struggles against imperialism and dictatorship in the 1970s and 1980s.
No solo los yanquis salvajemente destruyeron todo, incluyendo las incipientes democracias ahí - también los rebeldes que triunfaron después, en la era de la posguerra fría.
La lucha continúa, ahora contra el neoimperialismo trumpista y estos dos regímenes corruptos y dictatoriales en Centroamérica, después de las dos revoluciones descalabradas y profundamente traicionadas. No hay de otra. Pero tendrá que ser una lucha que involucre a las diásporas en Estados Unidos - hoy perseguidas y deportadas.
Bukele anda firmando que El Salvador se convierta en cárcel o bodega de miles de deportados de USA de todos los países del mundo, aumentando sus abarrotadas megacárceles donde ya están indefinidamente encarcelados más de 105,000 prisioneros salvadoreños - alrededor del 1.7% de la población del país... ¡disque como "tercer país seguro"! ¿Cuánto le pagará Trump por "el servicio"?
Ahora bien, la buena noticia es que en Honduras y Guatemala hay dos rgímenes de centro-izquierda que están desafiando el neoimperialismo trumpista. Xiomara Castro, presidenta de Honduras desde enero del 2022, ya dijo que si Trump ataca y deporta hondureños en USA, ella le cancela la base militar aérea Soto Cano. Y en Guatemala, Bernardo Arévalo, recién asumido presidente, también apoya la defensa de la diáspora guatemalteca. Más al sur, Gustavo Petro, presidente de Colombia, ya cruzó espadas con Trump. Y pronto tendrá que hacerlo la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, a pesar de su política de dialogo y cooperación con el régimen trumpista, dado lo desatado que está éste y su insistencia en imponer aranceles y deportar migrantes de todas las nacionalidades a México.
Se necesitarán formar dos frentes ante el neoimperialismo yanqui: uno, bajo la CELAC, de los Estados Latinoamericanos, y el otro un Frente Transnacional de Resistencia Migrante al interior de USA, y en todos los países de origen y de transito de migrantes y refugiados.
Ni los regímenes latinoamericanos están alineados ideológicamente para dar la batalla (e.g., Argentina, Ecuador, El Salvador), ni las diásporas y movimientos pro-migrantes están unidos y coordinados como ya deberían estar.
Falta mucho por hacer y el tiempo apremia. ¿Se impondrá el trumpismo represor, deportador, e intervencionista? Dependerá de la resistencia allá arriba entre los Estados y acá abajo entre los movimientos sociales - entre ellos el de derechos migrantes.
¡Nos vemos en las trincheras! ¡Aquí nadie se raja, ni se vende, ni se va!
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